Los prorrusos fortifican las barricadas frente a la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania en la ciudad de Lugansk. Este es ya es el tercer edificio gubernamental que los prorusos toman para reivindicar un referendum y así obtener la independencia de Kiev. A las puertas del edificio, bajo la lluvia y el frío, los manifestantes no tienen intención de rendirse. Pero ahora, piden ayuda a Vladimir Putin porque temen una acción militar. El Gobierno ucraniano ha amenazado a los activistas con abrir fuego si no abandonan el edificio. Las autoridades de Kiev denuncian que las ocupaciones forman parte de una operación de la inteligencia militar rusa.