Miles de personas se han manifestado en las calles de Washington contra el aborto. Resistiendo las gélidas temperaturas, activistas de distintas partes de Estados Unidos han participado en la llamada "Marcha por la vida". Una protesta que se celebra anualmente cada 22 de enero desde 1973, el año en que una sentencia del Tribunal Supremo legalizó el aborto. Los manifestantes han defendido la adopción como alternativa para las mujeres embarazadas que no quieran tener hijos. Desde el Vaticano, vía Twitter, el Papa Francisco ha apoyado esta protesta contra el aborto.