La semana se presenta caliente en Kiev, la capital de Ucrania, pese al extremo frío. El centro de la ciudad vivió ayer otra noche de extrema violencia. Grupos radicales se armaron a conciencia para enfrentarse a los antidisturbios con piedras, con palos y con cócteles ‘molotov’ y consiguieron acorralar a los agentes. El objetivo era llegar hasta el Parlamento; el acceso estaba bloqueado por un autobús policial que acabó envuelto en llamas.