En un supermercado en una ciudad de Estados Unidos un joven mantiene como rehenes a varios clientes. Sale a la calle con una de ellas, una mujer, pero no tiene tiempo para nada más. Todo acaba ahí. Las cámaras lo graban todo. De un disparo, los SWAT dejan al atracador tendido en el suelo, gravemente herido. De una manera tan sorprendente, acaba un suceso que había comenzado una hora antes cuando el joven entra en la tienda huyendo de la policía. Los agentes acordonan la zona y una unidad de elite toma posiciones.