Aquí tienen a Glen Liberman, un policía jubilado en su moto acuática. Este otro agente es Richard Cosentino, entusiasmado tras pescar en una de sus salidas en barco. Ellos mismos colgaron sus fotos en Facebook; fotos que ahora les han delatado. La Fiscalía de Nueva York las ha mostrado como prueba de que ambos fingieron traumas tras el 11S para cobrar ayudas. Como ellos decenas de policías y bomberos han simulado trastornos tras los atentados, aseguraban por ejemplo que no podían salir de casa; incluso en conversaciones telefónicas grabadas, daban las pautas de como engañaban a los psicólogos. Por su supuesta inestabilidad cobraban entre 30.000 y 40.000 dólares al año. Es parte de un fraude a la seguridad social que comenzó hace décadas y que se ha destapado ahora; y que el fiscal del distrito de Manhattan cree que puede alcanzar los 400 millones de dólares.