"Cordial y constructiva", según el portavoz del Vaticano, ha sido la reunión entre el presidente ruso y el Papa Francisco. Vladimir Putin traía para su Santidad un saludo especial del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Sin embargo en los 35 minutos de encuentro no tocaron el espinoso tema de las relaciones entre las dos Iglesias. Guardaron las formas en el intercambio de regalos. El presidente ruso, bautizado cristiano ortodoxo se santiguó y besó la imagen de la Virgen, regalo del Papa. Pero Putin no invitó al Papa a visitar Rusia. Sí hablaron de los problemas de las minorías cristianas y de la necesidad del cese de la violencia en Siria. Putin, que llegó 45 minutos tarde al Vaticano, por problemas de tráfico, iba acompañado de una amplia delegación rusa.