En sólo unas horas, Cristina Fernández de Kischner pasará por el quirófano. Se someterá a una cirugía con la que los médicos pretenden drenar el hematoma que tiene en la cabeza. En principio la intervención no estaba prevista, pero, finalmente, el equipo médico así lo ha decidido. La atención de toda Argentina está puesta en el hospital Fundación Favaloro, donde está ingresada su presidenta, la que ingresaba con gafas oscuras y visiblemente desmejorada. Era su segundo ingreso en dos días.