El nuevo lenguaje del Vaticano se escucha con fuerza en las calles. Los católicos que acuden a misa de ocho lo aplauden. Al papa Francisco lo definen como un hombre renovador a la vez que sencillo. Aunque también se encuentran creyentes que aseguran que estos nuevos aires desde el pontificado no cambiarán la esencia de la iglesia. Este papa, dicen los párrocos, acerca el Vaticano a las iglesias de barrio.