Estados Unidos ha dado este fin de semana un doble golpe en Libia y en Somalia para descabezar a los grupos yihadistas que están queriendo controlar el continente africano tanto en los países musulmanes del Magreb, como en el centro subsahariano del Sahel, desde Senegal a Somalia; desde Sudán a Kenia y Tanzania. La operación en Libia se ha saldado con la captura del cerebro de los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania. La de Somalia es más confusa, pero tiene la mordiente informativa de ser la primera tras la caida de los helicópteros de combate en Mogadiscio hace 20 años.