Seis días después de que la oposición siria denunciase la muerte de más de un millar de personas a causa de un ataque con supuestos gases tóxicos a las afueras de Damasco, Naciones Unidas comienza este lunes a recopilar pruebas sobre el terreno para llevar a cabo una "investigación ágil y eficiente sobre el supuesto uso de armas químicas". Esta mañana un convoy de cinco vehículos ha trasladado a los inspectores de la ONU, escoltados por los servicios de seguridad sirios, para que lleven a cabo una investigación in situ del supuesto ataque.