Este, era el lugar donde Christopher solía jugar al béisbol en Australia. Sus padres, depositan flores en su memoria. A miles de kilómetros, en Oklahoma, su hijo ha sido asesinado. Estos tres adolescentes, de 15, 16 y 17 años eligieron a su víctima al azar y la asesinaron, según han declarado, por estar aburridos y sin nada que hacer.