Esperan bajo los paragÜas a ser rescatados del tejado de sus casas. Como ellos, miles de filipinos están viviendo una pesadilla por las lluvias torrenciales de los últimos días. En Manila, la capital, resulta una aventura caminar por las calles, convertidas en canales. Tras varios días sin parar de llover, se han visto obligados a abandonar sus hogares y en medio de todo este caos muchos buscan a sus familiares desesperados. Además de Manila hay otras 9 provincias en estado de emergencia y las autoridades han evacuado ya a 9.000 personas. Estas inundaciones llegan una semana después del paso de la tormenta tropical Trami que desbordó la principal presa suministradora de Manila. Murieron 7 personas, la mayoría sepultadas por la tierra.