Barricadas alimentadas con gasolina y cortes de tráfico en las principales calles y avenidas de Santiago. Así comenzaba la jornada de huelga convocada por la Central Unitaria de Trabajadores. Un autobús urbano fue incendiado por un grupo de encapuchados después de que obligaran al conductor y a los pasajeros a bajar del vehículo. Y según avanzaba el día, los chilenos se echaron a la calle en una multitudinaria y pacífica manifestación, para demandar mejoras laborales y en el sistema educacito y la eliminación del sistema privado de pensiones.