Y volvieron a subirse a un escenario para demostrar que la edad no supone limitación alguna para ellos. Los Rolling Stones ofrecieron en la noche de este sábado en Glastonbury un concierto histórico al que asistieron cerca de 100.000 personas. Dicen que con los nervios de la primera vez, pero con el aplomo que da la experiencia y sin miedo a repetirse.