Fortaleza se prepara para el partido entre Italia y España en un estadio totalmente acordonado. Pero unos 5 mil indignados, en los alrededores del Arena Castelão, comenzaron a lanzar piedras y palos contra los antidisturbios. Los violentos quemaron neumáticos y una camioneta. Los hinchas que iban al partido también sufrieron las consecunecias de los gases que la policía lanzaba contra los vándalos y los vecinos de los alrededores tuvieron que proteger sus casas para evitar saqueos.