Estambul ha vivido una de las noches más tensas desde que comenzaron las protestas contra el Gobierno, hace dos semanas. El desalojo de la plaza Taksim por la fuerza y sin cumplir los plazos prometidos por el primer ministro es la chispa que ha encendido los altercados. La Policía turca empleaba gases lacrimógenos, agua a presión y balas de plástico para intentar disolver a los indignados que retrocedían pero sin disolverse. Una persecución que se ha prolongado durante toda la noche. Según las autoridades hay al menos 30 heridos aunque los manifestantes elevan la cifra. Como este chico que asegura que hay cientos de afectados y denuncia que no cuentan con atención médica. A plena luz del día las calles de la ciudad parecían el escenario de una batalla campal. Imagen bien distinta a la de la plaza Taksim donde los equipos de limpieza trabajan afanadamente.El ministro turco para la Unión europea adviert