Al menos 18 personas han muerto ya por las inundaciones en centroeuropa y, aunque en algunas de las regiones más afectadas la alarma comienza a bajar, otras están aún a la espera de que llegue lo peor. La canciller Angela Merkel ha visitado zonas afectadas por las inundaciones y ha prometido que las ayudas llegarán pronto. En Hungría, la ciudad de Budapest se prepara para hacer frente a la crecida del Danubio.