El primer ministro británico, David Cameron, se ha acercado este jueves hasta el barrio de Woolwich con el objetivo de visitar el escenario en que se cometió el brutal asesinato de un soldado el pasado miércoles. Los hechos tuvieron lugar a mediodía, cuando dos individuos decapitaron al soldado británico en la calle y a plena luz del día mientras gritaban consignas islámicas, según testigos presenciales.