Poco antes de las seis y media de la tarde de este domingo, las alertas saltaron en el Sevicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos un tornado "violento y extremadamente peligroso" avanzaba a 48 kilómetros por hora en Oklahoma. Se urgió a la población a buscar refugio o abandonar la zona, mientras el tornado iba ganando fuerza y arrasaba todo cuanto encontraba a su paso. La tormenta era tan grande y virulenta, venía acompañada de fuertes vientos y granizos del tamaño de una bola de beisbol, pero, por ahora no hay que lamentar víctimas. Sí cuantiosos daños materiales. En la localidad de Rosa, a las afueras de Oklahoma City y sus pobladores se sorprenden de los efectos y se lamentan por las enormes pérdidas que ha provocado. Anualmente se registran en el país unos 200 tornados. Meteorología avisa que ahora se dan las condiciones para nuevas tormentas y tornados.