Dicen los que más le conocen que Obama no es tan bueno en las distancias cortas como en el estrado, donde es un auténtico maestro y ayer lo volvió a demostrar. En su quinta cena anual de corresponsales de la Casa Blanca el presidente de Estados Unidos se volvió a ganar al público: prensa, actores, celebridades y élite política. Cerca de 2.500 personas reunidas un año más en el hotel Hilton, en Washington. Guiños y referencias al público presente y risas de sí mismo. Obama se mostró ayer con flequillo postizo al estilo de su mujer o haciendo como si fuera Daniel Day-Lewis preparándose para protagonizar la nueva película de Spielberg: Obama. Parodias de sí mismo, de su desmentida condición de musulmán y también críticas adornadas de risas a la oposición. Las risas continuaron con la intervención este año del cómico Conan O´Brien, aunque por un moment