Mientras se especula con la posibilidad de que la fiscalía solicite acusarle formalmente de terrorismo, para que un tribunal federal le condene a morir, lo cierto es que si no cambian las cosas puede que no haga ni falta. Dzhojar Tsarnaev está entubado y sedado. Muy grave, aunque estable según algunas fuentes; otra apuntan a que ha tenido algunos momentos de consciencia y ha logrado responder por escrito a algunas preguntas. La policía sospecha que pudo dispararse un tiro en la boca por la herida que tiene en la parte posterior del cuello. Se desconoce si podrá volver a hablar algún día.