El Parlamento italiano elegía el sábado, tras un pacto de los partidos tradicionales, al Nuevo presidente de la república. Se necesitaron hasta seis votaciones. Giorgio Napolitano contaba además con la oposición del Movimiento Cinco Estrellas, el partido más votado en las últimas elecciones. Su líder, Beppe Grillo espoleó a los suyos para protestar en la calle. Massimo Artini definía la elección de Napolitano como "el mantenimiento del estatuos quo".