Una ciudad ucraniana ha sido testigo de un peculiar incidente que casi tiene consecuencias fatales. Angela Artyomova, de 97 años, se encontraba limpiando los cristales de su casa cuando resbaló y se precipitó al vacío. Milagrosamente, se enganchó con la pierna al aparato de aire acondicionado, quedándose colgada en la fachada del edificio. Sus gritos alertaron a los viandantes, quienes avisaron inmediatamente a los bomberos, que pudieron rescartarla.