Ofrenda floral y desfile de ciudadanos hacia las estatuas del fundador y de su sucesor, Kim Jong-il. Para continuar las celebraciones con bailes y trajes tradicionales en plena escalada de amenazas bélicas por parte de Pyongyang. Unas amenazas que los medios de comunicación han aparcado por un día. Muchos han aprovechado para visitar también las tumbas de los dos mandatarios en el Palacio del Sol. Un desfile militar presidido por Kim Jong-un, el nieto del fundador, pondrá el broche de oro a los festejos.