Con protestas en las calles, el parlamento chipriota aprobó anoche una amplia batería de medidas de su plan b para tener acceso al rescate de Bruselas. El acuerdo incluye: una profunda reestructuración bancaria sobre un modelo sobredimensionado, una ley que endurece, sin plazos, los controles de capital para evitar fugas de dinero una vez reabran los bancos el martes y la creación de un fondo nacional de solidaridad.