La eterna sonrisa de Barack Obama no ha encontrado esta vez una respuesta similar en su anfitrión. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha recibido esta mañana a su homólogo estadounidense en Ramala en un tono cordial pero frío. Sobre todo si lo contrastamos con los gestos de camaradería que el inquilino de la Casa Blanca intercambió ayer con las autoridades israelíes. Tras una sencilla ceremonia, los dos líderes han comparecido ante la prensa. Obama ha reiterado que el pueblo palestino merece el fin de la ocupación y un estado propio. Ha felicitado a los políticos cisjordanos por las mejoras en la situación de su población, pero ha criticado con firmeza a Hamás. Un grupo, ha dicho, que sigue más empeñado en destruir Israel que en construir Palestina. En concreto, ha censurado el lanzamiento de dos cohetes esta mañana desde la franja de Gaza, que han caído, sin causar