Con música de violines y pancartas de luto, miles de estudiantes se han echado a las calles de Santa María en señal de vigilia por los 231 fallecidos en el incendio de la discoteca Kiss el pasado domingo. Bajo la luz de la luna y entre muestras de gran dolor claman justicia. La presidenta del país dice que tiene el deber de asegurar que una tragedia así no se vuelva a repetir. De momento, el dueño de la discoteca ha sido detenido, asi como dos músicos de la banda que actuó aquella noche y que encendieron las bengalas que presuntamente iniciaron el incendio. Las banderas ondean a media asta como señal de duelo por las víctimas y ya han recibido sepultura cerca de 80 de los fallecidos.