El dolor y la desesperación se ciernen sobre el polideportivo municipal de Santa María, al sur de Brasil, donde cientos de familiares se agolpan alrededor de los ataúdes de sus seres queridos. A los que ya han identificado lloran su muerte y les recuerdan con fotos y mensajes de cariño. La angustia se palpa en cada esquina de la ciudad. Ha sido un día muy largo y muy duro para las familias que han tenido que reconocer los restos de sus seres más queridos entre la confusión y la multitud de la morgue improvisada.