'Bopha' rugía con fuerza y venía con copiosas lluvias. El tifón, que en Filipinas han llamado 'Pablo', ha entrado por el sur del país arrasando cuanto encontraba a su paso. Con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora, el tifón ha obligado a desalojar a más de 40.000 personas. Tejados arrancados de cuajo por la fuerza del viento y habitantes que no parecen sorprenderse por el impresionante ímpetu de la naturaleza.