La noticia la confirmaba el palacio de Saint James, y, aunque sorprendía, se esperaba.Desde el día de su boda, el 29 de abril del año pasado, los rumores no han cesado. Y durante las últimas semanas habían aumentado, aunque Catalina parecía desmentirlos en su última aparición. El viernes no dudó en jugar al jockey, tacones incluídos. Pero su llegada al hospital de Londres no ha podido ocultarlo más. La duquesa de Cambrige se encuentra en el primer trimestre de embarazo, aunque todavía no se sabe la fecha en la que dará a luz. Allí estará ingresada unos días, debido a los vómitos y mareos que sufre. Su hijo será el tercero en la línea sucesoria, tras su padre. Y no importará su sexo. El año pasado se acordó cambiar las normas de sucesión.