Los británicos apenas ha podido descansar de las celebraciones del Jubileo. El glamour ha vuelto al país, como cada año, para las tradicionales carreras de Ascot, la gran fiesta de los sombreros. La Reina Isabel, el Príncipe Carlos y su esposa Camilla han inaugurado el evento, que este año tiene nuevas normas de etiqueta. El nuevo código dice que los sombreros tienen que tener una base de al menos dos centímetros y medio, de la que cuelgan adornos tradicionales atados con un clip al cabello. Y para estos singulares sombreros, vestidos cubriendo la rodilla para las señoras y chaleco y corbata para los caballeros. Pero no han faltado los que se han saltado el protocolo con otros atuendos y algunos incluso han dejado ver su lado artístico.