Los enviados de la ONU confirman que, entre el casi centenar de muertos en la ciudad siria de Hula, hay 32 niños. Todos ellos fueron, según la oposición, masacrados durante bombardeos del ejército o a manos de de milicias del régimen. Los informes indican que las víctimas, también mujeres, fueron apuñaladas o atacadas con hachas.