Ensayaban el desfile militar de mañana en Yemen cuando ocurre ésto. Una fuerte explosión se oye en una céntrica plaza de Sanáa donde se concentran más de un millar de soldados. Corren en sentido contrario a donde yacen amontonados cerca de un centenar de compañeros. Comienzan los gritos, el ir y venir de ambulancias. Vimos un hombre uniformado con un cinturón de explosivos. Y al poco, sentimos la explosión, dice este soldado. El ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor también estaban allí, pero salieron ilesos.