Dos días después del atentado en la localidad italiana de Brindisi, la víctima mortal de 16 años, Melissa Bassi, ha sido despedida en un acto multitudinario. Decenas de personas han participado en un cálido homenaje al que también ha asistido el primer ministro, Mario Monti. La posibilidad de que la mafia italiana estuviese tras el incidente ha estado sobre la mesa pero las últimas novedades del caso han descartado esta teoría. La cámara de seguridad de un quiosco situado en las proximidades del instituto ha confirmado que se trata de un atentado en solitario.