El Secretario de Defensa, León Panetta, confirmaba a la prensa desde el Pentágono la incautación del explosivo "en el extranjero", sin citar ningún país. Se trata de una versión más sofisticada del que escondía en su ropa interior Umar Farouk Abdulmutallab. En la navidad de 2009, el joven nigeriano trató de volar un avión que volaba desde Amsterdam a Detrroit con 278 pasajeros a bordo. Aquel ataque fallido se preparó en Yemen. Se cree que este nuevo artefacto podría ser obra del fugitivo saudí Ibrahim Hassan al-Asiri, un experto en explosivos que trabaja para Al Qaeda en la península arábiga.