El World Trade Center ha vuelto a recuperar su hegemonía en el cielo de Nueva York al convertirse ayer en el rascacielos más alto de la Gran Manzana. Esta torre sustituye a las dos torres gemelas, convertidas en objetivo terrorista de Al Qaeda en los atentados del 11 de septiembre del año 2000. Los obreros encajaron ayer una columna de acero en la parte superior del nuevo rascacielos, con lo que consiguieron alcanzar los 381 metros de altura, superando así la altura del Empire State Building, que hasta ahora era la estructura más alta de la ciudad, después del atentado del 11-S.