La ciudad paquistaní de Karachi arde en llamas. Dos docenas de vehículos han sido quemados en una zona comercial y cinco personas han muerto horas después de que un grupo de pistoleros abatieran a balazos a un activista de un partido político en su propia casa. Su hermano y su cuñada resultaron heridos en el mismo ataque, y el hermano falleció poco tiempo después. Poco después del atentado empezaron los disturbios.