Un manto de nieve parecía haber caído en el monte Daming, enclavadp en una cordillera del sur de China. Pero la espectacular imagen era obra de una acumulación de nubes y de una fina capa de niebla que rodeaba una de las cumbres más visitadas del país asiático. Los turistas no han podido fotografiar las vistas habitales tras la dura ascensión hasta el mirador del llamado "Gran Cañón".