Romney se sitúa al frente, pero sin liderazgo, porque Santorum le ha restado muchos delegados. El millonario mormón ha ganado en Ohio, un estado clave porque desde Lincoln ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin ganar allí. Pero el margen de la victoria es demasiado estrecho, tanto que no ha dejado nada decidido. Tampoco ha habido sorpresas para él en su feudo, Massachusets, donde gobernó durante 4 años. Ha ganado en Virginia. El apoyo mormón en Idaho no le ha defraudado y Vermont también se ha decantado por él.