Los bombardeos en Homs continúan, pero en Damasco el Gobierno se esfuerza por ofrecer una imagen de normalidad en una jornada en la que el pueblo sirio está llamado a las urnas. Los más de 14.000 centros de votación habilitados para la ocasión han abierto sus puertas a primera hora. Tras meses de cruenta represión, los sirios deciden en referéndum sobre el anteproyecto de una nueva Constitución en el país que para muchos llega tarde. Un texto que acabaría con el monopolio del partido Baaz tras 49 años en el poder.