Tras una maratoniana reunión de los ministros de Finanzas europeos, que se ha prolongado durante casi 13 horas, se ha alcanzado un acuerdo para que Grecia reciba los fondos de 130.000 millones de euros, que el país heleno necesita para eludir la quiebra. A cambio, Grecia cede parte de su soberanía fiscal y se ha de someter al control de la 'Troika' , formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.