El ejército ha convertido Homs en una ratonera donde se impone el miedo, llueven las bombas y los muertos se agolpan en los pasillos de los hospitales. Ayer, 70 muertos, sin distinción, niños, mujeres y hombres que escuchaban el silbido de las bombas desde sus casas. Las tropas del régimen rodean toda la ciudad, no hay escapatoria.