El mar impone sus reglas. Las condiciones empeoran por lo que los equipos holandeses encargados de sacar las 2.400 toneladas de combustible ven cómo se retrasan los plazos para evitar el desastre medioambiental. Hasta mediados de la semana que viene no podrán empezar a bombear el gasóleo. Entretanto, los buzos de la marina italiana siguen descubriendo el interior del coloso hundido en busca de los 16 desaparecidos.