Asesinato durante un juicio en Alemania. Un hombre de 54 años que acababa de ser condenado a un año de cárcel por desfalco, sacó un pequeño revolver en la sala tras recibir el veredicto y disparó al juez y al fiscal, que falleció cuando intentaban reanimarle en el hospital. Tenía 31 años y llevaba uno en el puesto. Recibió impactos de bala en el hombro, estómago y el brazo.