Benedicto XVI ha asegurado que un agnóstico está más cerca de Dios que los "fieles rutinarios, aquellos que sólo ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe". Esta frase ha formado parte de su sermón ante varios miles de personas que asistieron en el aeropuerto turístico de Friburgo, en el suroeste de Alemania, a la misa con la que pone punto y final a su tercer viaje a su país natal. El Papa dijo que la Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos actuales y seguirá siendo fermento en la sociedad si los sacerdotes y los laicos trabajan juntos y si no se separan de los sucesores de San Pedro y los apóstoles. Un mensaje que llega tras las críticas que desde la Iglesia alemana se hace al Vaticano y a la figura del Papa.