La ciudad de Nueva York ha salido casi ilesa del temido huracán Irene que ayer pasó por ella en forma de tormenta tropical, con vientos de 105 kilómetros/hora y acompañados de lluvia. Sólo se produjeron inundaciones en la calle y subsuelos y caídas de árboles, pero no se tuvieron que lamentar víctimas mortales como ha ocurrido en otras zonas de la coste Este, donde han fallecido 18 personas.