Este viernes, la explosión de una bomba cerca de la sede del Gobierno en Oslo ha dejado al menos dos muertos y un número indeterminado de heridos. Todos los edificios de la zona se han visto afectados por la onda expansiva. Hasta el momento nadie ha asumido la autoría del atentado, aunque la policía sigue la pista del terrorismo islamista y tampoco se descarta que pueda haber más dispositivos explosivos preparados para ser detonados.