El todavía máximo responsable del FMI, Dominique Strauss-Khan, ha pasado su segunda noche entre rejas. Está un módulo aislado por el riesgo que supone estar en una cárcel donde se pueden llegar a concentrar 14.000 presos que no han tenido fondos para pagar su fianza, en algunos casos de sólo 100 euros, y se han activado los mecanismos de prevención para evitar un posible suicidio.