Este domingo en Roma, Benedicto XVI ha proclamado beato a su predecesor, Juan Pablo II, ante alrededor de un millón de personas congregadas en la Plaza de San Pedro y que ocupaban también la Vía de la Conciliación y las calles adyacentes, según estimaciones del Vaticano. Se convierte así en el décimo papa beato proclamado por la Iglesia católica y el primero proclamado por su inmediato predecesor en los últimos 1.000 años.