Un paréntesis en las labores de rescate tras el terremoto del pasado martes en Nueva Zelanda. Las autoridades elevan ya a 145 los muertos por el seísmo, la cifra de desaparecidos supera los 200. Con apenas esperanzas de hallar supervivientes bajo los escombros en la ciudad de Christchurch, un tercio de la cual tendrá que ser demolida para evitar derrumbes.